NEMANJA RADULOVIC Y LA OSV VUELVEN A REUNIRSE

19.01.2022

‘CONCIERTO PARA VIOLÍN DE BEETHOVEN’
Teatre La Faràndula de Sabadell: Viernes 21 enero – 20.30h
Palau de la Música Catalana: Sábado 22 enero – 18.30h

 

El eje del programa gira en torno a ‘Las Tres Bes’ de la música germánica: Bach, Beethoven y Brahms.

Víctor Pablo Pérez vuelve a Barcelona para dirigir los dos conciertos que se celebrarán en Sabadell y Palau de la Música Catalana.

Con este concierto la OSV reanuda el ciclo Sinfónicos en el Palau, después de celebrar 6 conciertos con gran éxito de público esta Navidad.


 

Nemanja Radulovic regresa a Barcelona para actuar junto a la Orquestra Simfònica del Vallès, tras la experiencia de la temporada pasada. El violinista franco-serbio, uno de los más solicitados en el panorama internacional, ofrece sus interpretaciones con un abrumador virtuosismo, profundidad y expresión, con programas que van más allá de los moldes tradicionales. Su carrera crece año tras año y ha trabajado con las más prestigiosas instituciones musicales de hoy en día.

Así pues, los próximos 21 y 22 de enero, ofrecerá dos nuevos conciertos junto a la formación vallesana y bajo la dirección del maestro Víctor Pablo Pérez, en el Teatro La Farándula de Sabadell (21/01 · 20.30h) y, al día siguiente en el Palau de la Música Catalana (22/01 · 18.30h), dentro del ciclo Sinfónicos en el Palau.

El programa repasará la obra de tres grandes compositores del S.XVII y S.XVII que transitan del barroco al romanticismo: J.S. Bach («Ária» de la Suite núm. 3), L.V. Beethoven (Concierto para violín) y J. Brahms (Sinfonía nº 1 en Do menor).

 

PROGRAMA

 

J.S. BACH: Aria de la Suite en Re (1730)
Las Suites orquestales fueron muy populares en los estados de la actual Alemania durante el segundo cuarto del siglo XVIII. Creadas a partir del molde diseñado por los compositores franceses, solían empezar con una apertura marca de la casa: lento-rápido-lento, seguidas de un puñado de piezas inspiradas en danzas de la corte francesa, a saber: minuetos, courantes, sarabandas y simpatizantes. Estas suites eran muy populares como música de entretenimiento, siendo interpretadas en múltiples ocasiones como hilo musical de los banquetes. Como una de las páginas más celebradas de la producción de Bach, el Aria de la Suite en Re ha disfrutado y sufrido a partes desiguales de generosas versiones en el cine, el jazz, la música melódica…

L.V. BEETHOVEN: Concierto para violín y orquesta (1806)
La historia oficial nos recuerda que el 7 de abril de 1805 en Viena, Beethoven estrenó de manera pública la Sinfonía “Heroica” en un concierto a beneficio del violinista y compositor Franz Joseph Clement. En una nota a pie de página, la historia apócrifa nos dice que en ese concierto Franz Clement estrenó una obra de cosecha propia: su Concierto para violín en Re Mayor. Las crónicas dicen que Beethoven no encontró nada fácil la composición de la parte de violín y, a pesar de la falta de pruebas firmes, algunos estudiosos creen que tras las revisiones que sufrió el concierto se escondía la sombra de Clemente. Y es que los conciertos para violín de Clemente y Beethoven presentan aspectos comunes más allá de compartir la misma tonalidad: Re Mayor. La orquestación es la misma y los movimientos siguen un esquema similar. Clemente también incorpora algún contraste mayor/menor de material temático, sobre todo en el segundo tema del primer movimiento (Beethoven insiste en esta estrategia, especialmente con su material temático equivalente). Y para colmo, los movimientos finales de ambos conciertos comparten el mismo diseño formal de rondó en compás 6/8.

J. BRAHMS: Sinfonía N. 1 (1876)
En una carta al director de orquesta Hermann Levi, Johannes Brahms estampó su frase más citada: «¡Nunca escribiré una sinfonía! No puedes tener ni idea de cómo es oír los pasos de un gigante tras tuyo». El gigante era Beethoven.
Hans Von Bülow, autor de “Las tres Bes” que motivan este programa, tenía buenas razones para definir la sinfonía de Brahms como “la decena de Beethoven”. Sin embargo, debido a su carácter heroico y su firma tonal en do menor, la obra admite una comparación más afortunada con la Quinta Sinfonía del gigante.
Al fin, Brahms ha girado la sinfonía hacia dentro, tanto desde el punto de vista musical como emocional. Centrado en el funcionamiento interno de su material musical, no pretende cambiar el mundo como lo ambiciona de hacer la Novena de Beethoven. Porque el destinatario de la música de Bramhs no es una humanidad fundida en un abrazo fraternal, sino el individuo. Tú y yo. Aquel y aquélla. Y si nos encontramos como individuos quizás nos podamos entender y celebrarnos como comunidad.

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